El nombre con el que quiere que la llamen no es el de pila -en ese, afirma, ya no se reconoce- sino su ‘nickname’, el que utiliza con los ‘ciberbuscadores’ a los que ofrece sexo virtual a través de las webcams.
“Tenemos que tener claro que lo que vemos en el porno es ficción, y está consensuado, y a muchas chicas que buscan nuevos roles sexuales e igualitarios, y me incluyo, les pone y les gusta que las insulten, siempre y cuando sea consensuado.
Es consenso la palabra en la que hay que hacer hincapié”, apunta Miller en referencia a los abusos.
Desde Madrid, Ricardo relata una experiencia parecida: “Te insultan cuando no consiguen lo que quieren y te intentan liar para que lo hagas gratis. La psicóloga Andrea Gutiérrez García apunta por qué se producen estos abusos: “Es la misma doble moral que hay en la prostitución, donde se hace uso de las personas pero a la par se las denigra y se reniega de ellas”.
Amarna Miller difiere en la forma, pero no en la sustancia: ”En el momento en el que como mujer no tienes miedo a mostrarte públicamente como un ente sexual, vas a ser acosada. La idea de la que parten estos energúmenos es que, por el hecho de mostrarte, estás buscando su aprobación u opinión.
“Nos pasa a todas -explica- yo siempre les he bloqueado rápidamente, pero ya sabes.
No es que haya pasado miedo, pero sí que por si acaso, desde que me dedico a esto siempre llevo spray de pimienta en el bolso”.
Una experiencia que Sofia sí comparte con Nika es la de haber sido ‘rastreada’.